Saludos, lectores. Lamento haber estado ausente tanto tiempo.
Estuve toda la semana trabajando en una entrada que se me borró sin razón
aparente, por lo que acabé desesperado. Tirar una semana de trabajo a la basura no sienta bien a nadie. Además se junta con que los exámenes en
mi facultad están a la vuelta de la esquina y cada vez tengo menos tiempo. En
cualquier caso aquí va una nueva entrada que creo que os gustará.
Voy a inaugurar esta serie llamada mis villanos favoritos
(plagio inspiración de “Con D de dados”) con el antagonista colectivo favorito por
excelencia: los nazis.
El estudio del nacionalsocialismo resulta un tema de lo más
apasionante. Estoy cursando la carrera en economía y la carrera en ciencias
políticas por lo que un fenómeno como el surgimiento del fascismo alemán en el
período de entreguerras me resulta de lo más apasionante. Es uno de los
ejemplos más claros de la historia reciente de cómo la economía puede influir
en la política y esta en las ideas de la sociedad. El tema es un desafío intelectual
en toda regla, y es por eso por lo que me atrae y me resulta interesante. No
quisiera llevar a confusión a nadie cuando hablo de lo que me encantan los
nazis. No defiendo sus por su postura ni lo que hicieron, no me gustan los
movimientos totalitarios ni de la izquierda ni de la derecha. En política me
considero un liberal. Simplemente los
encuentro un campo de estudio interesante y un recurso narrativo magistral.
Una vez aclarado esto continuamos.
El auge del nacionalsocialismo en Alemania está provocado
por la terrible crisis económica en la que estaba sumido el país. Fruto del
contexto internacional y de la mala gestión de la derrota en la Primera Guerra
Mundial. La crisis llegó a tal punto que la población estalló y simplemente
ensalzó a cualquiera que pudiera librarlos de ella. Pero los nazis y el
movimiento nacionalsocialista existía anteriormente de esto, no estamos
hablando únicamente de un partido político hablamos de un conglomerado
ideológico previo a la crisis de los años 30 surgido en unas sociedades
secretas intelectuales y elitistas en la Alemania de principios del siglo XX.
De estas sociedades, en particular de la llamada sociedad de Thule, surgió un
conglomerado de mitos y disparatadas teorías esotéricas (algunas con marcado
carácter racista) que justificaban ideológicamente el programa del partido
nazi. Estos grupos intelectuales alemanes eran prácticamente sectas donde se
renegaba abiertamente de las ideas científicas aceptadas en el momento para dar
una versión infantil y fantasiosa de la creación del mundo y de la historia.
El ideario de Hitler y los suyos está claramente influido
por este tipo de sociedades, pero aún más por el fascismo italiano. No debemos
olvidar que el fascismo como movimiento político surgió en Italia y no en
Alemania. Los nazis tomaron gran cantidad de ideas y formas organizativas
directamente de las obras de Mussolini, pero desde mi punto de vista, llevaron
éstas a su máximo esplendor.
Con esta breve introducción ya tenemos alguno de los
elementos más útiles de los nazis como antagonistas en nuestra partidos cerró.
Tenemos la versión ocultista. Puede venir muy bien para juegos como La Llamadade Cthulhu, Hollow Earth Expedition, o cualquiera del género pulp más clásico.
Incluso me atrevería con una campaña de Mundo de Tinieblas. Cualquier historia
de exploración o de búsqueda de artefactos antiguos se presta a que los nazis
la hayan intentado a la vez que los protagonistas.
Pero hay otra vertiente interesante de los nazis además de
la esotérica: la opresiva. Si por algo se caracteriza el fascismo es por
cohibir la libertad de pensamiento de sus ciudadanos y su libertad de
actuación. Es el estado y no el individuo el que toma el protagonismo de la
sociedad. ¿Cuántas películas hemos dicho sobre estados opresores y grandes
liberadores que salvan a todo el pueblo? Tenemos desde la historia del Che, hasta
la película Equilibrium. Supongo que todos estaré familiarizados con las distopías
clásicas como 1984 o Un Mundo Feliz. El antagonista en todas ellas es un estado
fascista genérico que oprime a la población. ¿Y por qué no nazis? Éstos son una
referencia mucho más clara para la mente del jugador, facilitamos la inversión
en la ambientación ya que todos conocerán aproximadamente la naturaleza del
sujeto antagonista.
Como hemos visto hay elementos interesantes en el nazismo
para usarlo como antagonistas nuestras historias, pero no debemos limitarnos a
la realidad histórica, el nazismo es mucho más que eso. El nazismo genera un
sentimiento de antipatía y repulsa en la mayoría de las personas, lo que
incluye a nuestros jugadores. Éste puede ser una poderosa arma a nuestro favor.
Recuerdo que Gurpegui me contó una historia sobre cómo el director de StarshipTroopers pidió a los técnicos que
crearan los alienígenas lo más amorfos y repugnantes posibles, de modo que él
pudiera matar en la pantalla tantos como quisiera y el espectador no sintiera
nada. Los nazis pueden servirnos para eso a nosotros. Son como orcos pero mucho
más serios. Es nuestro modo de recurrir al maniqueísmo sin parecer infantiles.
Quizá es por esto por lo que me encanta trasladar la idea de
nazi a otros universos, o simplemente a otros contextos. No tenemos por qué el
limitarnos a la Alemania del período de entreguerras para contar nuestras aventuras.
Hay toneladas de ejemplos de regímenes fascistas en la fantasía y ciencia
ficción popular. No tienes más que apropiarte de determinadas iconografías
fascistas y rituales sociales, para caracterizar a tus villanos de un modo
francamente atrayente. No hace falta conocerme demasiado para percatarse que
uno de mis regímenes fascistas favoritos es el Imperio del Hombre en Warhammer40.000.
¡Nazis Zombis! ¿Por que no? |
Crea tu propio régimen fascista no es nada complicado, y añade
un toque de color muy interesante a los escenarios de campaña estilo sandbox.
Esto se debe a que una de las características principales del fascismo es su
carácter expansionista. No hay nada que haga más interesante la situación
geopolítica de tu universo fantástico que una poderosa nación tratando de absorber
a todas las demás.
Pero no hay por qué limitarnos a esto. Podemos partir del
mundo real y llegar a algo mucho más imaginativo e interesante. Tenemos un
poderoso recurso creativo: la ucronía. Una ucronía es una historia sobre el
mundo real en un nuevo presente distinto al que nos encontramos. En algún
momento del pasado la historia no se produjo como la conocemos y eso alteró
todos los sucesos futuros. Quizá sin usar un nombre técnico, pero este tipo de
historias son muy usadas. Cada vez que nos preguntamos ¿qué hubiera pasado si
el eje ganara la Segunda Guerra Mundial? ¿Y si la Unión Soviética no hubiera
fracasado? ¿Y si los nazis se hubieran escondido en la cara oculta de la luna
durante 70 años?
Podemos sacar a los nazis de contexto e introducirnos donde
queramos. ¿Una invasión desde una dimensión alternativa donde los nazis
controlan el mundo? Sólo hace falta echarle algo de imaginación para sacar a
relucir los miles de usos de este poderoso recurso narrativo. Espero que consigáis
sacarle partido.
No quisiera acabar la entrada sin dejar de recomendar unos
cuantos libros para quien esté interesado en la materia. Yo soy un estudioso
aficionado, por lo que no quiero decir que esta bibliografía pueda ser la mejor
o pueda ser el paradigma del análisis historiográfico o politológico. Son
simplemente las obras que a mí me han parecido más relevantes:
- La economía de la destrucción. Esta es una de las primeras obras que leí sobre el tema y de las que más me interesó. Se tiene que gustar la economía para disfrutar de este libro, pero no requiere conocimientos avanzados ni matemáticas ni nada parecido, cualquiera puede entenderlo.
- La dictadura alemana. De Kart Bracher. Este es, para muchos, EL libro. Lo tiene todo. Es un gran manual de ciencias políticas en dos tomos. Lamento decir que no lo he terminado de leer por que no lo tengo y dependo de la biblioteca de mi ciudad. Pero sin lugar a dudas es toda una gozada.
- El tercer Reich. Michael Burleigh. Algo más breve que el anterior pero verdaderamente muy interesante. Hace hincapié en el concepto de “religión política” que tan importante es en el ideario nacionalsocialista.
De momento eso es todo.
¡Que rueden los dados!
ACTUALIZACIÓN: En realidad la inspiración para esta entrada era de http://sacodedados.com. Entre dados queda la cosa. De todos modos bichead ambos blogs que están muy bien.
ACTUALIZACIÓN: En realidad la inspiración para esta entrada era de http://sacodedados.com. Entre dados queda la cosa. De todos modos bichead ambos blogs que están muy bien.
También me gustan a mí los Nazis como enemigos, un día mastee un par de sesiones de una partida de Zombie rollo "Returno to Castle Wolfesten" (que por cierto es un juego al que adoro y tengo en un pedestal).
ResponderEliminarLas inmensas creencias mágicas que tenían los NAZIS son una fuente inagotable para partidas de Llamada de Cthulhu o de Zombie (los propios diseñadores de Eden Studios crearon un Sandbox así "Mein Zombie").
Solo puedo decir: "Nos atacan COMUNISTAS NAZIS"
Oh! He olvidado mencionar el Wolfestein! Error. Además, ahora se puede jugar desde el navegador:
ResponderEliminarhttp://wolfenstein.bethsoft.com/game_EU.php
Zombis Nazis son un clásico!