Hoy quiero escribir sobre una de las mesas de juego en las que estoy. Cuando la Sociedad de Exploradores de Sevilla se destruyó, quedaron unos pocos que quisieron seguir con las andadas de sus personajes aunque fuera de forma “extraoficial”. Yo les estoy narrando a esos pocos valientes que quedan.
Como no tengo los libros oficiales del trasfondo de Pathfinder, ni ganas de constreñirme hacia una ambientación prefabricada, comencé a crear mi propia ambientación. De una manera tan simple como decir: “llegáis a la ciudad de Malttown” y empezar a crear.
Llevo unas ocho sesiones de juego con ese grupo (tristemente no podemos reunirnos más de una vez al mes) y me he percatado de que he ido creando un pequeño sandbox sin proponérmelo. Siempre me ha gustado dar libertad a los jugadores para que decidan a donde ir o que tipo de trama desean. Así que me he limitado a poner pueblos, ciudades y pnjs y dejar que lo demás siga su curso.
El caso es que de repente me he visto con un reino coherente y bien construido en mis manos y no sé ni como. Resulta que construir tu mundo de juego era más fácil de lo que creía. Apenas tienes que poner una cosita interesante en cada lugar que haga que merezca la pena pasar por ahí. Aderezas con unos cuantos pnjs que tengan manías y peculiaridades. Y… ¡Volià!
Quizás la dificultad mas grande que me he encontrado hasta ahora sean los nombres. Siempre se me ha dado muy mal inventarme nombres para mis personajes y aun mas para lugares o cosas. He tirado un poco del Gary Gygax’s Extraordinary Book of Names. Es un buen libro. Realmente útil, aunque tiene un par de fallos. El más importante para mi es que está muy centrado en nombres de personas, la parte de los lugares ocupa poco en el libro. El otro defecto es que está solo en ingles y es muy difícil de encontrar. Pero seguro que hay una copia en pdf en algún lugar…
En mi caso he añadido una trama general al mundo para poder guiar la campaña. Me gustan los mundos que están centrados en algún aspecto o argumento en particular, sobre todo si está bien hecho. La trama de este mundo es el despertar de los dragones (os dije que RuneAge era inspirador). Es algo sutil y, todavía, secundario. Pero los jugadores ya han podido ver a un par de profetas y sectarios de un culto a los dragones que desconocen. Veremos a donde lleva todo esto…
Tampoco puedo desvelar mucho mas de la trama puesto que ni yo mismo se como van a querer llevarla los jugadores. Ocho sesiones no son suficientes para construir nada solido. De todos modos creo que probaré el mundo con otro de mis grupos de juego con quienes me reúno más frecuentemente, de modo que pueda testearlo más en profundidad. Subiré mis notas sobre el sandbox si el proyecto llega a buen puerto.
En cualquier caso recordad que la imaginación y la ayuda de vuestros jugadores pueden batir sin problemas al más currado de los settings. Solo hay que echarle ganas.
¡Que rueden los dados!
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